Ediciones Vigía, Matanzas, Cuba

Creadas por el poeta y editor Alfredo Zaldívar, surgen en 1985, con el propósito inicial de vincular a los escritores matanceros con la literatura universal y con las creaciones de escritores nacionales. Desde un inicio la idea estética de Vigía estuvo encaminada a acercar lo más posible el libro al trabajo humano. Un libro que creado manualmente ofreciera una imagen cálida. Cubiertas hechas de modo tal que invitaba a muchos creadores y lectores en general a que con sus manos realizaran labores de este tipo. En Vigía aparecieron publicados escritores noveles y consagrados, clásicos y contemporáneos, niños, cubanos y extranjeros.

En un inicio las ediciones fueron apenas sueltos, pergaminos de una hoja, pequeños plegables con un dibujo y un poema o un fragmento de una obra literaria que motivara al público a asistir a las veladas de Vigía. Generalmente se presentaban en forma de rollos, anudados con un anillo de papel o lanzada de algún cordel rústico. Luego se comenzaron a realizar breves cuadernos hasta llegar a libros y revistas, con formatos, juegos, invenciones y dinámicas, que se abrirían a nuevas búsquedas. La utilización de papeles pobres, recortería, apeles hechos a mano, y todo tipo de elementos naturales, textiles, recortería de metales, vidrios, plásticos, etc. es una constante en el trabajo de Vigía. La iluminación a mano, las técnicas del collage, el rasgado a mano o el recortado impreciso de tijeras, la enumeración de cada ejemplar, la firma de los autores, los dibujos y diseños originales para cada edición, otorgan exclusividad. El diálogo entre texto y versión plástica, con un tratamiento que no por ingenuo o primitivo deja de ser conceptual, son características de un libro no sólo de valores artesanales sino de altos valores artísticos.

Jóvenes artistas se incorporan como diseñadores, realizadores, etc, al quehacer de Vigía, que a través de ellos va asegurando su permanencia. Así mismo el trabajo con niños es recogido en la revista Barquitos del San Juan.